Por fin duermen su siesta Mercedes y Nicolas, y yo aqui en casa de mis padres aprovecho para escribir por primera vez enel blog, he pensado mucho con que tema quiero empezar mi diario de una madre y he escogido el tema de los mocos en los niños, lo escribire de la manera más poética que puedo, siguiendo el ejemplo de mi hermana la filosofa.
Ha pasado al fin una semana, Gonzalo yo contamos los dìas que hemos pasado sin que la presencia de la gripe llegue a nuestra casa, cosa bastante difícil cuando se tienen 4 niños, estamos llegando al final de la semana, casi cantando victoria cuando baja Mercedes al comedor y vemos asomados por sus pequeñas fosas nasales el temido MOCO, de coloración verdosa, ella baja con una sonrisa y con su antebrazo regordete embarra en su carita todo el moco y nos saluda Hola mamá, donde estabas, Gonzalo comienza a temblar y dice la tìpica frase: Ya se enfermo, seguro se contagio de ........, ya me voy a trabajar. Entonces me quedo yo , comienzo con los mediamentos acostumbrados, que estàn ya a la mano en la alacena, una llamada a mi querida Mònica, amiga de toda la carrera y ahora pediatra, y cuando responde el telefono pregunta : ahora quien esta enfermo?, una vez confirmadas las `dosis comenzamos, el anthistaminico, el jarabe, el tempra.............., esperamos que no se complique, comienzan las noches de narices tapadas, klenex por todos lados y narices rozadas, por fin despuès de unos 4-5 días todo va tomando la calma. A la mañana siguiente al estar desayunando y comentado de la mejoría de Mercedes, se escucha el grito desgarrador de otra de nuestras hijas en el baño, "mamá tengo diarrea".............y esto será historia de otro relato.
